sábado, octubre 19, 2013
Desde mi celda
Se alza una luz como un golpe,
transversal,
densa y dura y también nuestra,
como todo lo que es mío
y no sé,
o no puedo,
o nunca quise negarte.
Como gritando conmigo suenan,
en la distancia infinita de cristales,
gotas que no se parecen,
que no quieren parecerse a tu pecado.
(No, tú eres infinita,
ellas apenas un juego de espejos).
Y en este segundo de luz,
de luz densa y también nuestra,
en este refugio de cristales
quizá debiera recibirlas,
y salir desnudo
a mojarme en su mentira,
que nunca será tu pecado
pero es todo lo que tengo.
Labels:
ausencia,
cálida trinchera,
poemas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario