Las doce llegaron en el silencio tenso de un cine, con esa querencia al disimulo que tienen los grandes momentos. Apenas se dio cuenta. Luego el cálculo ajustado, con la precisión inocente de los años humanos: 24 años, 364 días, 23 horas, 15 minutos, queda poco. Y el tiempo, que en realidad nunca estuvo hecho de días, siguió de largo sin dejar que ella le hiciera una foto. Sonríe, 25. Pero ya estaba sonriendo.
24 años, 364 días, 23 horas, 51 minutos: sonriendo.
25 años, 0 días, 0 horas, 7 minutos: sonriendo.
Algo va muy bien cuando no hacen falta excusas.
Algo va muy bien cuando un número es poco más que un número.
4 comentarios:
algo va genial :)
un beso bombón.
gracias.
TeQuiero.
:)
llegar a los 25 no es tanto...hasta que viene un cretino diciendo"un cuarto de siglo...faaaaa...es un monton"
ahi te puede agarrar el sentimiento de viejazo...
casi el mismo cuando pasas de 19 a 20...o de 29 a 30...
casi...
es otoño... como con cada cambio de estación, o cada nueva etapa, todo comienza con buenas intenciones: ir al gimnasio, mandar emails, leer libros, ver pelis pendientes, escuchar grupos que antes no conocías... y retomar el blog. xD yo ya lo he hecho (ya te digo por cuánto tiempo, je je).
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