martes, julio 03, 2007

El narrador del tránsito

El ansia de cambio está presente en cualquier entorno intelectual capaz de apreciar un cambio significativo en el contexto histórico que lo envuelve. Y sin embargo, el mero hecho de conformar un grupo estable señala su incapacidad para dar cuenta de la nueva realidad.


Corresponde a una figura de tránsito -por su propia naturaleza un rara avis- plasmar las impresiones que genera el panorama "actual". Las nuevas generaciones, nacidas en el contexto sociopolítico que ha seguido al cambio, son incapaces de encontrar conceptos precisos que expresen su distanciamiento generacional. Al igual que los intelectuales de la generación anterior, pertenecen de manera absoluta a uno u otro sistema de valores. Sólo alguien cuyo punto de inflexión intelectual coincida cronológicamente con la profunda transformación social puede explicar satisfactoriamente la influencia del nuevo pensamiento sobre la vieja escuela. La razón asiste sólo a aquel que no contempla los cambios desde una perspectiva emocional determinante, sea ésta de rechazo o de entusiasta acogida.

Sería absurdo, no obstante, ignorar el valioso papel que unos y otros pueden -y suelen- jugar ante el nuevo texto. Del mismo modo que un novelista es posiblemente el peor lector de su propia obra, el narrador del tránsito necesita intérpretes que juzguen y contemplen su texto a la luz de un bagaje cultural distinto (y diverso). La reacción de los grupos intelectuales de tradición puede dar una idea de en qué medida el nuevo texto refleja el índice de cambio; la de las mentes más jóvenes, hasta qué punto el narrador ha conseguido crear en ellos un sentimiento de identificación que evalúe su capacidad analítica y descriptiva como testigo cultural.

En cualquier caso, permitirse una actitud pasiva a consecuencia de consideraciones como éstas es una opción cobarde. No todos hemos nacido para interpretar y explicar eventos de una determinada relevancia histórica, pero la reflexión sobre los textos de los que sí han de jugar ese papel forma parte de nuestro deber moral e intelectual, como miembros de una generación anterior o posterior, y como pensadores críticos que somos, o debiéramos ser. Hay que recordar, además, que a cada uno corresponde la explicación de cualquier cambio -de variable impacto, es cierto- que haya tenido lugar en ese momento crítico de su desarrollo intelectual.

Lee, por tanto, con la convicción de que has accedido a un texto que no te enmarca, que vives en una historia que nadie cuenta, que eres la voz externa que asume, la voz interna que rechaza. Que juegas con los sueños de los hombres, con su realidad, con sus mentiras y tus verdades. Con tus mentiras. Con sus verdades.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Con lo guapo y inteligente que eres...
que pena que tengas novia...
suerte!

Jorge dijo...

Juro por Chomsky que el anónimo anterior no es mío :-P

Tiny dancer dijo...

afortunado de tener una novia como la que tiene...de pena nada.

estas no se cuantos meses sin actualizar y me pones esta parrafada. No tengo tiempo a leerlo con calma, pero viele grüsse von Berlin, sigue tan toll como el anyo pasado.

Küsse!!!

Anónimo dijo...

Me cancelaron el vueloooo lalalalalala estamos mirando reclamaciones a ver qué nos ahcen, de momento nos pagan hotel pero nos matan de asco anyway =)
leeré tu parrafín que fijo que me mola porque leí el principio y las dos últimas frases, yeah! jajaja pero necesito tiempo y cerebro encendido...
ya tais de vacaciones!!!!!
En fins, voy ver si les sacamos algo jajajaja
Cuidenseme!
Besos a puñaos

P.D. Pobre anónimo! ;)

Afortunado ella, afortunado él, anda, qué bondadosa me siento...

Anónimo dijo...

ya te dare yo tu merecido en sheffield... preparara el culito...

Anónimo dijo...

juro por Chomsky que este ultimo anonimo no es mio... jeje

Jorge dijo...

xD