lunes, agosto 21, 2006

La vida... ¿se escapa?

A veces me cuesta dormir. Por lo que sea, qué más da. El caso es que no hay nada peor que el insomnio cuando no te apetece pensar. Y últimamente me acosa la idea de que esto se acaba algún día. Ahora escribo tranquilo sobre ello, porque soy incapaz de dar con el punto a partir del cual comienzo a sentirlo de verdad. Es como si toda la muerte que vemos a diario (pantalla de por medio, claro) formara esa burbuja de insensibilidad de la que tanto hablamos, y fuera casi imposible romperla, aun meditando deliberadamente sobre ello.

Yo, en ocasiones, lo consigo (triste logro). Y es curioso, porque siempre me he considerado alguien poco aprensivo. Pero pensar que cierto día esto se acaba, que después no hay nada más (cada día deseo más creer en algo), que aquí no hay segundas oportunidades para nadie... Que no vas a tener otra para tomar el camino equivocado. Eso es terrible.

Y me juro que voy a aprender todo lo que quiero aprender, y voy a coger mi guitarra y le van a dar a todo y a todos mucho por el culo, pero... Pero llega la mañana y mi burbuja, y aquí estoy otra vez sentado, sin saber nada, sin sentir nada.

Sin soltar la cuerda ni mirar al vacío.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Jorgito! Sé que quizá ya no te acuerdes de mí. Soy Alba (dark_xana), hace muchísimo tiempo que no hablamos, lo sé, y la verdad es que es una pena porque me parecías una grandísima persona.

Hoy tenías puesto en tu mensaje personal del messenger la dirección de este blog, y he estado leyendo alguna de las entradas que has puesto, y la verdad es que en el fondo sigues siendo el que eras (cosa que me alegra muchísimo).

Quería darte las gracias por darme un nuevo motivo para reflexionar. Sé que es triste, pero a veces tampoco resulta fácil encontrar alrededor algo que te evada y a la vez te acerque a la realidad, para ayudarte a comprenderla y comprenderte más y mejor a ti mismo.

Creo que tú también sigues pensando todavía que una buena meta en la vida es llegar a ser una mejor persona. Yo lo intento cada día, pero no es fácil. Al menos, leer lo que has escrito me ha hecho recapacitar sobre muchas cosas y al mismo tiempo me ha servido de consuelo (¡no soy yo la única loca!).

Podría decirte que comparto muchas cosas de las que hablas, y que yo también me he sentido a veces así, pero prefiero ser más concreta y a la vez más frívola y decirte que llevas mucha razón con lo de los aeropuertos. ¡Nunca lo había pensado! xD.

También quería comentarte que te he nombrado en mi espacio del msn (darkxana.spaces.live.com), y he citado tu blog. Lo digo por quitarlo si te molesta. Sólo tienes que decírmelo, ¿ok?.

Bueno, espero que todo te esté yendo de p.m. y que podamos hablar o vernos algún día.

Un beso.

[_XaNa_] - ...y las lágrimas ya no volverán

Anónimo dijo...

No se por qué a la gente le da por pensar siempre en lo mismo cuando le cuesta dormir. Y no es que sea un tema que me llame, no por nada, simplemente no me atrae, pero tener fijación por un tema durante meses tiene que ser, porlo menos, aburrido.
Y es que junto con otras causas esto pasa cuando hay cambios-es el mecanismo de "digestión" del cerebro- Un ejemplo cmún en que pasa es cuando a los 12 años la infancia de un niño "muere" y da paso a un pequeño salidete.
Aparte, vale, que si, que hay que tenerlo en cuenta, pero NO para amargarse, joder; al contrario, para darse al Carpe diem, que pa eso esta. Ademas, admítelo, aunque consiguieras todas tus metas siempre buscarias otras nuevas. Sino, vaya rollo¿no?

Anónimo dijo...

.... hay una parte de alguien que se te escapa, y no lo sabes hasta que no lo ves, hasta que no lo tienes delante. Y ves que hay un mundo paralelo que ocupa parte de su vida y en el que tu estás fuera de la pelicula, una parte de esa persona que no es para ti. ¿eso es triste? no lo sé...

Jorge dijo...

Si todo fuera tan fácil como elegir quién somos para otros, descuidaríamos quién somos para nosotros mismos. Si he de esperar fuera de la película, esperaré y no haré preguntas. La conciencia de los límites no es conformismo ni resignación, es sabiduría.